Al día siguiente volvimos y mi padre volvió a llamar otra vez a Jalloman para ver que tal le iba y Jallo... cogió esta vez dos robalos.
Llamada de dios; robalo te doy.
Lo peor venía a la vuelta ya que tenía que cargar con esos dos robalos. La suerte que tuvo fue que estaba a menos de 200m del muelle y pudo reponer fuerzas con una cervecita antes de llegar al coche.
Entre las dos piezas pesaron algo mas de 10kilos y fueron pescado con un max rap de 15cm en los colores verde y amarillo respectivamente.
La sorpresa que trajo uno de los robalo fue una pequeña dorada en la barriga lo que es su primera dorada... y encima a spinning.